¿Los niños en escuelas Waldorf están preparados para el mundo “real”?
Es fácil caer en el error de creer que la educación debe hacer que nuestros hijos encajen en la sociedad. Si bien estamos influenciados por lo que pasa en el mundo, el hecho es que el mundo está formado por personas, no la gente por el mundo. Sin embargo, la configuración del mundo es posible de una manera saludable sólo si los formadores se encuentran en posesión de su naturaleza como seres humanos. La educación en nuestra sociedad materialista, occidental se centra en el aspecto intelectual del ser humano y ha optado por ignorar en gran medida a las distintas partes que son esenciales para nuestro bienestar. Esto incluyen la vida de los sentimientos (emociones, la estética y la sensibilidad social), nuestra fuerza de voluntad (la capacidad de hacer las cosas), y nuestra naturaleza moral (ser claro acerca de lo correcto e incorrecto). Sin tener estos desarrollados, puede llegar a ser evidente años más tarde, ese sentimiento de vacío. Es por eso que en una escuela Waldorf, las asignaturas prácticas y artísticas tienen un papel tan importante como el espectro completo de las materias académicas tradicionales que ofrece la escuela. La práctica y el arte son esenciales en el logro de una preparación para la vida en el mundo “real”. Educación Waldorf reconoce y honra a toda la gama de las potencialidades humanas. Se dirige a todo el niño, esforzándose por despertar y ennoblecer todas las capacidades latentes. Los niños no solo aprenden a leer, escribir y hacer operaciones matemáticas, sino que estudian la historia, la geografía y las ciencias. Además, todos los niños aprenden a cantar, tocar un instrumento musical, dibujo, pintura, el modelado de arcilla, talla y el trabajo con madera, hablar con claridad y actuar en una obra de teatro, pensar de manera independiente. Y a trabajar en armonía y respeto con los demás. El desarrollo de estas capacidades diferentes se interrelacionan. Por ejemplo, los niños y las niñas aprenden a tejer en el primer grado. La adquisición de esta habilidad humana básica y agradable ayuda a desarrollar una destreza manual, que después de la pubertad se transformará en una habilidad de pensar claramente y desde su “punto” personal tener pensamientos en un todo coherente. Preparación para la vida incluye el desarrollo de la persona en un todo. Educación Waldorf tiene como ideal que, una persona que tenga conocimientos sobre el mundo y la historia humana y la cultura, que tenga muchas habilidades variadas prácticas y artísticas, que sienta una profunda reverencia y la comunión con el mundo natural, podrá actuar con iniciativa y en libertad frente a presiones económicas y políticas. Hay muchos graduados Waldorf de todas las edades que encarnan este ideal y que tal vez sean la mejor prueba de la eficacia de esta educación.